miércoles, 22 de octubre de 2008

De Juanitos y Quijotes


El genial artista rosarino Antonio Berni en cierto momento de su carrera artistica se dio cuenta de que con su arte podia expresar de un modo diferente las terribles desigualdades sociales a las que nos exponia y aun hoy lo sigue haciendo, este sistema tan perverso que todos conocemos como capitalismo. Asi, se cruzo por su mente, tan brillante como preocupada por las cuestiones sociales, la figuara de Juanito Laguna, quien no seria ni mas ni menos que la expresion especular de la perversion con que actua el sistema capitalista, es decir, de la forma en que este sistema expulsa y margina a gran numero de personas en favor de intereses de unas cuantas minorias, que solo "ofrecen" (si vale el termino) al resto de las personas sus desechos. Eso que ya no les sirve, que ya no les es util.Asi se lo puede ver a Juanito, en cualquiera de sus obras viviendo -o intentandoo vivir- entre montañas de desperdicios de las grandes ciudades.

Pero esta vida de Juanito no se acaba con la muerte del artista. Lamentablemente, porque todos hubiesemos querido que sea solo producto de las "locuras" o la imaginacion de Berni, pero no. Era real. Es real. Tristemente real.

Dia a dia, noche a noche, se reflejan en las calles de cualquier rincon del pais (y de cualquier otro pais) miles, millones de Juanitos que no encuentran mas remedio que formar parte de un horrendo y perverso collage al que son arrojados, pegados, desde incluso antes de llegar a este mundo. Miles y millones de chicos llegan a este mundo irremediablemente destinados a formar parte de un collage compuesto por un lado, por su inocencia, y por otro lado por los desperdicios de las grandes ciudades.

Generalmente, las obras de arte una vez creadas no pueden ser modificadas, y por lo tanto estan dispuestas a ser guardadas dentro de un museo, sin mas funcion a cumplir que la de ser vistas por el mundo entero. Con diferentes criticas, pero en definitiva, solo vistas, observadas.

Esto no sucede con estos Juanitos que podemos ver dia a dia en nuestras calles -o por lo menos, ese es mi deseo. No vienen a este mundo solo para ser observados, con una posicion de total pasividad. Por el contrario. Existe la posibilidad de despegarse de ese maldito collage al que fueron arrojados en contra de su voluntad. Tienen la posibilidad de luchar contra esta realidad cual Quijotes del tercer mundo, enfrentando a inmensos "molinos" que no tienen mas funcion que triturar cualquier intento de revelacion en contra de lo establecido.

Esa es su esperanza, pero claro, evidentemente se hace muy dificil luchar cuando hay necesidades mucho mas urgentes que hacen ruido constantemente en el estomago.